De ti no sé decir mucho, fue fugaz, cálido y tibio. Lo que hoy queda es un silencio, que duerme en lo más profundo de ambos, me hace sentir conforme con las derrotas y errores bien marcados que comentí contigo. Me regalaste enseñanzas y consecuencias que jamás olvidaré.
Luego tu, persona que no vi llegar, desarmando toda mi armonía, alterando mi filosofia, cambiando mis formas, mi visión, mi sensación. Quizás lo que me faltó para deterte fue un poco de esa fuerza que fluía de ti en demasía . Pero no era parte de mi armadura así que te dejé entrar y vivir de mi. Pero dejé de verme a mi, y te puse a ti. Ahí estuvo mi error, cegarme por el amor. Hoy, cómo dijo Gustavo Cerati, "son espasmos después del adiós ", pero agradezco hasta el más profundo dolor.
Antes, entre medio y después, también hubieron vivencia con personajes. Quizás de alguna manera me hace reir y sentir satisfecha, pensar en las personas que se han cruzado en mi camino y ver que cada uno tiene ese toque especial, que es lo que me atrajo en algún momento y que también es lo que me hace verme reflejada en cada uno de ellos.
Quizás el error de que algo no funcione entre dos personas es la falta de entendimiento, de ponerse dos segundo en los pies del otro. "¿Que está sintiendo?", "¿Pq hizo eso?", "¿Qe no le dí?", "¿Cómo puede ser feliz ahora?", "¿Debido a que llegó a esto?", "¿En que me equivoqué?", "¿Pq hace esto?", etc. También la profunda falta de sinceridad, de dejar de lado las verdades, y ser sinceros (aunque duela), o como último recurso podría atribuirse a que no estamos hablando del nefasto y bello amor.